lunes, 7 de febrero de 2011

Carisma y mobiliario





Viendo uno la telerisión actual se percata de que las reglas del juego han cambiado. 
La frivolidad no solo se hace patente en el contenido de los programas actuales, sino que también repercute sobre el conteniente, es decir sobre el decorado sobre el que se falsean los primeros.
Tal vez esté pecando de nostálgico pero es cierto que los platós televisivos de hace una década tenían su propia personalidad. Por llamarlo de alguna forma, "vida".
Hoy día, no sabría explicar por qué pero el azul, y los tonos fríos se han apoderado de los decorados, excepto en la programación matutina... (Ésa es un caso a parte).
¿Dónde está el color? O, mejor aún, ¿dónde están los elementos que definen la esencia del programa en el que se encuentran?
"Sorpresa ¡sorpresa!" Tenía un ascensor, ¡y funcionaba! Además de un sofá que emergía de los "alegres" sótanos de Antena 3. 
"Tómbola" también tenía un sofá con personalidad propia...esos sugerentes labios femeninos. O, por poner otro ejemplo, "El Gran Juego de la Oca" era todo un mundo de fantasía, allí todo era posible...una gran piscina, ocas que deambulaban por el plató, enormes jaulas llenas de acción e, incluso un castillo gigantesco, un peluquero y mogollón de gente...
No hace falta ir tan atrás, "Crónicas Marcianas" tenía un planeta articulado que no quitaba ojo del espectáculo que ante él invocaba esa horda de frikis sin control...y ¿por qué no? ¡Una mesa con escalera!
¿Qué ha sucedido señores? Me imagino los habitáculos en los que el departamento de grafismo se encuentra como lugares vacíos, lúgubres, con un pequeño ventanal que tan sólo deja ver un descampado que cumple con su función de "pipican" las veces que de "eco parque".Eso no es creativo señores, es muy difícil recordar algún elemento estético de cualquier plató, el que sea, el cual haya pasado a la historia. Sin embargo, en la memoria colectiva todavía residen los botijos cargados de monedas y la mítica canción que los acompañaba en el programa dirigido por el gran Monleón.
Ya nada es divertido, la ostentación de la nada, tan sólo es eso: el vacío.
Eso sí, mucho, pero que mucho azul.

Nota mental: Parece absurdo, pero esque, además lo es.

2 comentarios:

  1. El plató de "El Hormiguero" es algo diferente al resto (quizas más dinámico) aunque siguen predominando los colores frios...

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  2. Si, si que es diferente, de hecho, recuerda ligeramente a la distribución del espacio de Crónicas Marcianas. Sin embargo, a lo que me refiero es que no hay en ellos ningún elemento decorativo que quede en nuestro recuerdo.
    Muchas gracias por aportar

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