sábado, 25 de febrero de 2012

El millonario de pueblo

Así es cómo he visto la nueva edición de ¿Quién quiere ser millonario? 

Vale que el horario de emisión no es el mismo, pero... ¿por qué bajar tanto el nivel de las preguntas y sobretodo del casting?
Pues porque señores, esto es España. Y aquí, la hora de la siesta "me se respeta, ¿me oyen?".
Vale, tenemos que las preguntas no son del nivel que se esperaba, ¿pero y la presentadora? ¿En su línea?
Pues... no, para nada. Las pausas eternas con mirada penetrante y movimiento cejil, se acabaron. La pregunta dura, lo que dura la horrorosa mecha de grafismo que aparece en la pantalla. Y ahí, ni Nuria Roca ni nadie, es quién para hacer el programa más ameno. No sea que suba la audiencia.
¿Y el plató? ¿Es igual? Si, pero tamaño degustación y ligeramente acartonado.

En definitiva, que quién sabe cuánto le queda a este proyecto del millonario de las sillitas. Denle un voto de confianza, yo es que no lo puedo ver.